Hace poco más de una semana que estamos en casa y todo sigue bajo control.
Después de que te dieran el alta, esa misma tarde conocimos a Carlos.
Hace varios meses, una compañera de la tía Cris nos habló de la fisioterapia respiratoria. Es una técnica que ayuda a eliminar las secreciones que el cuerpo produce. En especial, a niños que como a ti, tienen dificultad de hacerlo por sus propios medios, os viene de perlas.
Después de que te viera en tres ocasiones, no hemos tenido que recurrir ni al aspirador ni al Ventolín. Esperamos que los próximos catarros que vengan sean simplemente catarros y no vengan acompañados de infecciones e ingresos.
La mejoría de tu catarro, nos ha dejado ver a un Pablo que come como una fiera. Da gusto ver como te comes tu puré de verduras con plato y cuchara y lo poco que te duran los biberones. Atrás quedan las peripecias que teníamos que hacer para que abrieras la boca, para que bajases la lengua y finalmente que tragases. Eres todo un espectáculo.
Poco a poco vamos entendiéndonos mejor. Estamos totalmente seguros de que nos conoces y de que sientes nuestra presencia y cariño.
Con tus gritos de gatico, nos avisas cuando tienes hambre, cuando te duelen los dientes, cuando tienes sueño y necesitas tranquilidad......
Así debemos seguir porque será nuestro modo de comunicarnos durante un largo tiempo ya que tus progresos son lentos. Lentos pero seguros. Cada pequeño avance es una gran satisfacción.
Ayer dijo mamá que sonreíste. Ya nos pareció verlo el otro día cuando estabas con la tía Laura pero ayer seguro que fue una realidad. . Que pena no verlo. Confiamos en que habrá una próxima vez.
Esto que parece tan trivial; comunicarnos y entendernos, lo estamos consiguiendo. Algo que muchos de los adultos todavía no hemos podido lograr en muchas ocasiones, tu ya lo haces.
Realmente eres increíble.
Ya tengo ganas de que amanezca de nuevo, para verte otro día más despertar.
Dulces sueños mi peque.