Lo hablábamos el miércoles con Juanjo y Lecitia y ayer Rosa lo repetía en el hospi. Sólo un paso nos separa de la muerte. Así de cerca vivimos de ella.
No somos nada, un día estamos aquí y al otro.............
Esta semana que termina ha sido especialmente dura. El miércoles despedíamos a Antonio (el padre de nuestra Jordin) y ayer a la salida del hospital nos decían lo de Pablo.
Es increíble lo cerca que puedes sentirte de gente que apenas conoces. Nos pasa con mucha gente entre ellos Bego y Patxi (los papás de Pablo). Nos conocimos en la UCI. Para entonces Pableras, tú llevabas una semana entre nosotros. Volvimos a coincidir en la quinta cuando trasladaron a su Pablo. Entonces compartimos comidas, charlas y muchas miradas de box a box. Ellos en el R y nosotros en el C (quedan enfrente). El día en que a ellos les dieron el alta, tuve envidia sana. Envidia porque empezaban una nueva vida los 4, cosa que nosotros no podíamos y seguimos sin poder.
Al final son las vivencias que compartes con la gente lo que te une a ellas, creo que más que los parentescos o el hecho de pertenecer a un grupo.
No se si será por querer engañarme para hacerme la vida más llevadera o en realidad será así. Por mi parte creo que todos tenemos un quehacer en esta vida y cuando ese quehacer llega a su fin, nuestra presencia física entre los vivos también termina.
Pero el hecho de que no los veamos no significan que no están. Están vivos y presentes en nosotros.
Por eso cariño mio, pase lo que nos pase, nosotros vamos a estar siempre juntos los tres.
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